Hoy, si nos lo permitís, vamos a desahogarnos un poco. Os vamos a contar una anécdota que nos ha ocurrido recientemente en la oficina y que nos ha hecho sudar la gota gorda. Menos mal que contamos con nuestro informático en Granada de confianza.
Esta semana nos ha tocado vivir lo que para muchos es una de sus peores pesadillas: al llegar a la oficina, nos encontramos la desagradable sorpresa de que el ordenador central no encendía. Bueno, técnicamente sí encendía. Pero no iniciaba ni siquiera el sistema operativo. Esto, más allá de ser un problema en sí mismo, resulta que afecta directamente a toda la estructura de la empresa. No es un problema aislado sino que se extiende a todos los equipos.
El ordenador central es el que otorga al resto de ordenadores los permisos de la red LAN, la red de ordenadores que nos permite utilizar recursos compartidos como la memoria de almacenamiento, programas, documentos, dispositivos conectados como impresoras o escáner… En otras palabras: todo nuestro trabajo se aloja en el servidor sostenido por el ordenador central, y sin la red LAN no podíamos ni utilizar la impresora. Al no funcionar el servidor central, el resto de equipos no tenían acceso a ninguno de los datos alojados en nuestra red. Eran prácticamente inservibles. De repente no podíamos acceder a nuestro trabajo.
Necesitábamos una solución YA
No os vamos a engañar, entramos en pánico. En el mejor de los casos, íbamos a perder al menos una jornada entera de trabajo. En el peor de los casos… nos temíamos que toda nuestra información se hubiera perdido si la avería del ordenador central era muy grave.
Necesitábamos un informático en Granada, y urgentemente. Nadie de nuestro equipo podía trabajar hasta que no se solucionara la avería, así que no podíamos estar esperando días a que alguna empresa de informática estuviera disponible. Era sin duda una urgencia.
Por suerte, en un momento de lucidez, recordamos a nuestro cliente Informaticoya. Informaticoya es una empresa de asistencia informática de Granada que garantiza una reparación en el menor tiempo posible: recogen tu equipo, lo reparan y lo devuelven cuanto antes. Sin esperas que demoren nuestro trabajo. Además, ofrecen un servicio de asistencia a empresas muy completo gracias al cual brindan la mayor flexibilidad en el horario y un asesoramiento personalizado.
Rápidamente nos pusimos en contacto con ellos. El personal de Informaticoya fue tan amable con nosotros que, como favor, se ofrecieron a acudir a nuestra oficina a revisar ellos mismos el equipo sin necesidad de trasladarlo nosotros. Lo cierto es que es un placer contar con clientes leales y que además ofrezcan tan buen servicio.
Informático en Granada al rescate
Antes de que nos diese tiempo a ponernos aún más de los nervios llamamos a nuestro informático en Granada. Apareció el técnico de Informaticoya que resultó ser nuestra salvación. Tras analizar minuciosamente el equipo, nos dió su diagnóstico: parece ser que el ordenador tenía un problema de sobrecalentamiento que había afectado a la Bios, la parte más esencial del ordenador en cuanto a configuración e inicio. Esto había causado una desconfiguración de los drivers más básicos de la ROM. No se podía iniciar sesión en el sistema operativo ni acceder a la información almacenada.
El técnico no explicó que era necesario buscar una manera de acceder a la configuración de la Bios pero, por supuesto, sin realizar un formateo que eliminase nuestra preciada información. Para ello, creó una máquina virtual, un software que simula un sistema operativo y que permite iniciar el ordenador y acceder a los datos independientemente de la configuración de la Bios. Sólo esto, aunque lejos de solucionar el problema, ya nos dejó bastante más tranquilos: nuestra información estaba intacta. No se habían perdido nuestros archivos y todo nuestro trabajo estaba sano y salvo.
El siguiente paso fue realizar una reconfiguración de los drivers de la Bios para que el equipo pudiera volver a iniciarse con normalidad.
Lo cierto es que el proceso fue complejo, pero aún así, desde Informaticoya (fiel a su palabra) consiguieron realizarlo en el menor tiempo posible y antes de que acabase el día pudimos asistir a la tranquilizadora visión de nuestro ordenador central encendiéndose de nuevo. Incluso nos dio unos cuantos consejos prácticos para evitar que volviese a ocurrir.
Y voilà
La pesadilla casi había acabado. Cruzando los dedos, encendimos el resto de equipos para comprobar si la red LAN se había restaurado y podía utilizarse otra vez con normalidad. Y tras unos momentos de tensión, comprobamos que, efectivamente, todo estaba solucionado. Hubo vítores, las lágrimas rodaban, descorchamos el champán más caro… Bueno, esta parte tal vez está un poco exagerada. Pero lo cierto es que nos sentimos realmente aliviados. Todo estaba de nuevo en orden, ni siquiera había terminado la jornada laboral y la incidencia estaba totalmente resuelta. Íbamos a poder aprovechar al menos una parte de nuestro día.
La tensión que vivimos ese día no fue poca. La verdad es que en Moka somos unos obsesivos de la seguridad y en este caso se demuestra que siempre es bueno tener este aspecto controlado. El servicio de Informaticoya fue esencial para que esta historia tenga un final feliz. Estamos muy agradecidos y esta experiencia sin duda refuerza nuestra confianza en ellos como clientes.